Busca con Google

Buscar en este blog

miércoles, 1 de octubre de 2008

11. LA LIBERTAD

11. LA LIBERTAD

La libertad es la posibilidad que tenemos de decidir por nosotros mismos cómo actuar en las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. El que es libre elige, entre determinadas opciones, la o las que le parecen mejores o más convenientes, tanto para su bienestar como para el de los demás o el de la sociedad en general. Las personas libres piensan muy bien lo que van a hacer antes de decidirse a actuar de una o otra manera, pues saben que la libertad no es sinónimo de hacer " lo que se nos dé la gana", y que la mayoría de nuestros actos tienen consecuencias buenas o malas según el grado de responsabilidad con el que actuemos.
En todos los idiomas, libertad es, tal vez, la palabra más hermosa y la más querida por todos los hombres.
Ella vive en nuestro corazón y en todas las decisiones que tomamos, desde la más pequeña hasta la más importante.
Por eso, por ser la facultad más preciosa del hombre, tal vez sea la que mayor responsabilidad nos exige.
Somos responsables de ejercer nuestra propia libertad. Desde que somos niños nos vamos ejercitando en ella, cuando pensamos y actuamos, hasta que somos adultos y gozamos plenamente de todos nuestros derechos, gracias a los cuales la libertad es posible.

PARA SER LIBRES...
• Participemos activamente, mediante el voto (si se trata de elegir gobernantes) o la expresión de nuestras ideas en la toma de decisiones que afecten nuestra vida personal, familiar o social.
• Defendamos nuestra privacidad.
• No aceptemos presiones de nadie para hacer algo que no queremos o con lo que no estamos de acuerdo.
• Forjémonos una personalidad propia mediante el cultivo de la honradez, la sinceridad, la reflexión y la independencia de criterio.

EL LOBO Y EL PERRO

Un lobo caminaba por el monte, mal trecho y con hambre.
La temporada de casa había estado bastante mala, y lo peor era que no parecía que fuera a mejorar. Presa del desconsuelo y la incertidumbre, el lobo avanzaba con dificultad, peguntándose que podría hacer. En el camino se encontró de pronto con uno de aquellos perros que cuidaban los rebaños. La primera idea que cruzó por su mente fue atacarlo, pero se contuvo, pensando en lo débil que estaba y en lo fuerte y saludable que se veía el otro. De manera que prefirió acercársele y conversar con él en son de paz.
¡Que bien te ves, permíteme felicitarte! le dijo el lobo al perro. La verdad que no me puedo quejar contestó el obeso ovejero, a mí no me va tan bien confesó el lobo.
Deberías venirte a vivir con los humanos le propuso el perro. Con ellos, la vivienda está asegurada y no hace falta esforzarse mucho. Solo hay que estar pendiente de las ovejas, ladrarles de vez en cuando a los forasteros y lamerle la mano al amo cuando nos llame a su lado. En cuanto a la comida, con las sobras que depositan en nuestros platos nos basta.
Al lobo todo esto le pareció muy bien y acompañó al perro hasta su casa. Al llegar, vio cómo lo castigaban por haber estado ausente y enseguida lo amarraban con una cadena a la entrada de una casa diminuta.
¿Y esto qué significa? preguntó el lobo desde el exterior de la verja.
Ah, no es nada respondió el perro. Todo el día permanecemos amarrados, porque a los amos les gusta tenernos siempre cerca para que les cuidemos sus cosas. Es lo más normal del mundo. Pues a mí no me parece dijo el lobo. Prefiero mi forma de vida, no tendré todas esas comodidades ni estaré tan bien alimentado, pero al menos soy libre.

Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. (Lucas 6:31)
Que Dios te bendiga.
ayudaysuperacion@gmail.com

No hay comentarios: